¡Pura Química!

"Todo lo que vemos, respiramos, olemos, comemos, está relacionado con química"
Pure Chemistry

Queridos amigos: Hace unos días estuve leyendo en el maravilloso Blog de Kathy Gámez sobre Pure Chemistry, una empresa colombiana, con sede en Medellín, que se dedica al desarrollo, fabricación y comercialización de productos cosméticos orgánicos certificados internacionalmente. Me encantaron su concepto global natural, la pureza de sus productos y su compromiso con el planeta; por esto en las últimas semanas he estado probando algunas de las maravillas de esta marca nacional.

Recibí, de parte de Pure Chemistry, un lindo paquete con cuatro misteriosas cajitas marcadas con preciosos diseños:

Manteca de karité, polvo fino de arroz orgánico, aceite de ricino y aceite de argán, fueron las cuatro delicias de Pure Chemistry, que recibí para conocer, probar y, definitivamente, disfrutar.

Empacados primorosamente en laticas y frascos de vidrio, que combinan la limpieza y el cuidado del más sofisticado laboratorio de química con el diseño impecable y algo retro de sus logos, estos productos invitan a la relajación, el cuidado y el disfrute. Quiero, muy brevemente, contarles sobre cada uno de ellos y sus innegables beneficios.

Empiezo con la latica de Manteca de Karité. Soy fan, desde hace muchísimos años, de la manteca que proviene del fruto de la nuez de karité, por sus propiedades ultrahidratantes y recuperadoras, que he podido comprobar en mi propia piel. 

La Manteca de Karité de Pure Chemistry es 100% pura y 100% orgánica y es ideal para hidratar todas las partes resecas del cuerpo: Rodillas, codos, pies, cutículas, labios, etc. El frío que está haciendo en Bogotá ha resecado por completo mis labios y la Manteca de Karité de Pure Chemistry se ha convertido en mi salvación, los recupera en tiempo record desvaneciendo, como por arte de magia, los cueritos, los labios agrietados y la sensación de resequedad. También la he estado usando para recuperar mis cutículas; como saben me fascina cambiar de esmaltes muy frecuentemente y el uso continuo de removedores, junto con la excesiva manipulación de papel, acaban con mis cutículas. Poner un poquito de esta manteca en cada dedo y masajear suavemente devuelve elasticidad y humectación y evita la aparición de molestos cueritos.

Otra de las maravillas de Pure Chemistry es "Oriza", polvo fino de arroz orgánico puro, conocido por sus propiedades desinflamatorias, su efecto aclarante y su contenido de vitaminas y proteinas.

Este precioso frasquito y su contenido son una maravillosa alternativa a los polvos de maquillaje, pues absorben el exceso de grasa eliminando los brillos, brindan luminosidad al rostro, proporcionan un efecto uniformizante del tono de la piel y disimulan arruguitas e imperfecciones. Se ponen en la piel como si fueran polvos sueltos con una brocha grande y... voilá... ¡Piel hermosa al natural!... En esta semana voy a probar uno de los tips recomendados por Pure Chemistry en su Instagram, en el que mezclando una cucharadita del polvo de arroz "Oryza" con cuatro cucharadas de agua, se logra una mascarilla de efecto aclarante y matificante. ¡Espectacular!

Sigo con otro tesoro natural de esta marca, el aceite de Ricino, famoso por ser un estimulante natural del crecimiento de las pestañas.

El Aceite de Ricino Virgen Puro y Orgánico de Pure Chemistry es extraido de la semilla de ricino y se caracteriza por su alto contenido de ácidos que benefician y acondicionan la piel. Como les decía anteriormente este aceite se usa para fortalecer y promover el crecimiento de cejas y pestañas; combinado con aceite de coco, también es un excelente estimulante del crecimiento del pelo y se usa haciendo masajes en el cuero cabelludo para luego lavar el pelo; también se usa para la limpieza del rostro mezclado con aceite de argán, poniendo en la mano dos goticas de este aceite de ricino con una gota de aceite de argán, y masajeando en la piel del rostro, para luego poner una toalla mojada con agua caliente y luego retirar los excesos, dejará la piel suave y libre de impurezas y suciedad.

Termino con el oro líquido de Pure Chemistry, el extraordinario Aceite de Argán... ¡Un sólo producto, múltiples beneficios!

Este aceite, único y especial, es extraido de las semillas del árbol Argania Spinosa que crece solamente en Marruecos, donde ha sido reconocido, por siglos, como el "árbol de la vida" por sus numerosos beneficios para la salud y la belleza. Gracias a su alta concentración de compuestos activos entre los que se destacan el Omega 6, el Omega 9 y la Vitamina E, entre muchos otros, este elixir es antioxidante, nutriente, humectante, limpiador, suavizante, abrillantador, alilsante, fortalecedor, calmante, reparador y protector. Se usa sobre el pelo húmedo, tres o cuatro gotas, para evitar el frizz y fijar el peinado, además de nutrirlo y recuperar las puntas partidas; entre manicure y manicure frotar suavemente las uñas con una o dos gotas de este aceite, las fortalece y evita que se quiebren; por su potente poder antioxidante puede ser usado para contrarrestar los efectos de la edad en zonas como el contorno de los ojos y se ha comprobado también su efecto cicatrizante y secante en casos de acné. Un verdadero todo en uno cuyas aplicaciones en salud, belleza y bienestar son muchísimas y que Pure Chemistry ofrece en diversas presentaciones para facilitar su uso.

He quedado absolutamente fascinada con Pure Chemistry, estos cuatro productos que he probado me han cautivado totalmente y ya estoy pensando en adquirir, además, el Aceite de Almendras Dulces y el Aceite de Jojoba para hacer la mascarilla capilar estimulante de crecimiento del pelo recomendada por Kika Rocha. Muero también por conocer y probar el Microexfoliador Orgánico de Argán, Arroz y Ácido Hialurónico y el Aceite de Coco Virgen. Muchísimas gracias a Pure Chemistry por haberme dado la feliz oportunidad de conocer sus productos y disfrutar de los beneficios de lo puro y natural.

¿Y ustedes, queridos amigos, ya conocían Pure Chemistry?... ¿Cuáles productos adoran, como yo, de esta fabulosa marca?

Un gran abrazo y hasta la próxima,

Claudia